BDSM

El título es jugoso, pero no voy a dar todos los detalles que querríais de esta sesión.

Sólo pinceladas, como las que han quedado en mi cuerpo después de haber jugado con las cuerdas, haberme atado y haber disfrutado de nuevo de tu compañía.

Tu compañía que hace que cada vez que te visito me derrita. Haces que lo imposible me parezca posible y haces que las cosas que a veces veo difíciles parezcan simples tonterías.

Siempre que he tenido una sesión contigo jamás me has follado, esto siempre me ha llamado la atención porque siempre has hecho que sean otros quienes han disfrutado de mi, mientras siempre has quedado en segundo plano, sólo haces esas otras cosas que a los demás no les permitiría, pero nunca tu polla sale de tu pantalón, aunque tu excitación sea evidente.

Cuando no hemos tenido posibilidad de más, has tenido un momento de "intimidad" conmigo al finalizar la sesión, siempre entre los dos, tierno muy tierno.

Y en esta ocasión que teníamos el hotel para nosotros y me ayudaste en la ducha, repasando cada surco que habían dejado las cuerdas en mi cuerpo, en alguna ocasión hasta me dolía el roce de tu piel,  pero aguantaba mi postura, no quería que se notara el dolor que me causaba, sabía que estabas embelesado tocándome, sintiéndome, acariciándome, sentía tu respiración en mi, mientras el agua pasaba entre los dos.

Mis ojos te buscaron y el cariño volvió ha hacerse realidad, los besos, caricias.. ese cambio en ti, en mi, siempre me ha gustado, me ha emocionado y me ha excitado.

Después de la ducha en la cama seguimos lo que no pudimos explorar. Tranquilo, pausado, relajado, me encanta sentirte así, me encanta sentirlo así.

Este es el momento que siempre espero después de cada sesión contigo y para mi sin duda es lo que te hace más especial.

Gracias por ser así.

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